ROMA, 5 (ANSA) - Haití sigue en "grave emergencia" un año después del devastador terremoto del 12 de enero de 2010, y las condiciones de vida de los haitianos están "lejos de ser aceptables", con al menos 800.000 personas que viven en campos provisorios sin agua ni servicios higiénicos adecuados.
"La reconstrucción propiamente dicha no empezó todavía", y ahora hay también un alerta por el cólera que no se espera se pueda reducir antes de dos o tres meses, dijo Fiammetta Cappellini, operadora de la Organización No Gubernamental (ONG) italiana AVSI, que se encuentra en Puerto Príncipe y hace un año fue una de las primeras en dar testimonio del trágico terremoto.
"En Haití -dijo Cappellini a ANSA- muchos problemas de la vida cotidiana, y no sólo, no encontraron solución. La respuesta humanitaria fue importante e inmediata, pero estamos lejos de haber dado respuestas definitivas y duraderas. La situación sigue siendo precaria, también por el cólera".
"Los trabajos de despeje de los escombros -refirió- siguen a buen ritmo, en la medida que lo permiten los medios y a disposición y la difícil viabilidad".
Además está el tema de las casas: "Un gran número de derrumbes parece debido a la construcción inadecuada y no se quieren repetir estos hechos. Pero falta una legislación de referencia: así, la construcción de casas de cemento está bloqueada por un decreto del gobierno hasta que se cree un cuadro normativo para los nuevos edificios".
"La gente necesita normalizar su vida, tener puntos de referencia para empezar a orientarse, por lo tanto requiere escuelas, servicios sociales y una recuperación económica. Sin trabajo, esta gente depende de las ayudas humanitarias y no ve un futuro", agregó Cappellini.
Ahora se abre una nueva fase, "el papel de la población local se hace fundamental. Es importantísimo que sea protagonista de las acciones que se plantean", concluyó. (ANSA). ACZ
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