PUERTO PRÍNCIPE, Haití, 9 de abril de 2010 -Mientras Haití continúa recuperándose del terremoto del 12 de enero, UNICEF se apresta para presentar un informe integral sobre las labores humanitarias en pro de los niños y niñas de este país caribeño.
El informe, que se dará conocer la semana próxima, brindará un panorama general de los avances logrados hasta la fecha, así como un análisis crítico de los obstáculos que quedan por superar. El informe forma parte de un enfoque más amplio sobre la ayuda humanitaria, que se caracteriza por la esperanza de que los niños ocupen un lugar central en los planes de transformación de Haití.
UNICEF ha afirmado desde un principio que el terremoto desató una situación de emergencia para la infancia", señaló Edward Carwardine, Jefe de Comunicación Interino de la Oficina de UNICEF en Haití. "Es importante que la recuperación también sea para la infancia, que los niños ocupen un lugar preeminente en los planes futuros, que garanticemos que se escucharán sus voces, que se establecerá claramente cuáles son sus necesidades y que sus derechos serán respetados".
Carwardine añadió que en el próximo informe "se trata de resumir los logros obtenidos al mismo tiempo que se establece cuáles son las necesidades que aún existen, además de determinar cuáles son las esferas donde todavía existen deficiencias, ya que queda mucho por hacer en pro de los niños y niñas".
Una de esas niñas que es Shasha Liza, de 13 años de edad, que perdió a su padre y su hogar durante el terremoto y que ahora vive con otras nueve personas en una tienda de campaña de dimensiones reducidas.
"No es fácil vivir en este campamento", comentó la niña. "Si tuviéramos tiendas de campaña adecuadas y mayor acceso a agua potable resultaría más fácil vivir aquí por un tiempo prolongado. Pero en las circunstancias actuales, entre la suciedad constante y el lodo que nos rodea cada vez que llueve, nuestras condiciones son muy difíciles".
Shasha está ansiosa por regresar a la escuela. Debido al terremoto, está muy interesada en estudiar ciencias políticas y llegar a ser senadora, ya que su meta consiste en cambiar al Gobierno haitiano por la vía política.
Los sueños de Shasha están un poco más cerca de hacerse realidad desde que en todo Haití comenzó el proceso gradual de reanudación de las clases escolares.
UNICEF y sus aliados colaboran estrechamente con el Gobierno de Haití para lograr que en los próximos dos meses más de 700.000 alumnos vuelvan a las aulas. El 7 de abril, Joel Desrosiers Jean-Pierre, Ministro de Educación de Haití, participó en la reapertura de L'Institution Sacré-Coeur, un establecimiento de enseñanza de Puerto Príncipe, en compañía de Françoise Gruloos, Representante Interina de UNICEF en Haití. Ese día, más de un millar de alumnos y alumnas esperaron ansiosos la reanudación oficial de las clases de su escuela.
"Tenemos que regresar a clases", comentó el Desrosiers Jean-Pierre al dirigirse a los estudiantes. "El estudio constituye nuestra única oportunidad de éxito tras el terremoto. Y por eso, queridos niños y niñas, les invito a que reanuden sus actividades escolares".
Educación, nutrición y protección
La educación es una de las tres esferas a las que UNICEF considera fundamentales para el futuro de los niños haitianos. Hasta la fecha, UNICEF ha distribuido cientos de conjuntos de elementos escolares llamados "Escuelas en una caja", así como unas 1.400 tiendas de campaña que se emplean como aulas provisionales.
"Se trata de garantizar la educación de todos los niños. Una educación que debe tener carácter incluyente, y en la que no existan barreras ni obstáculos para el regreso de todos los niños a clases", explicó Carwardine. "También se trata de garantizar que nos concentremos en la alimentación de los niños. Aún antes del terremoto la desnutrición representaba un grave problema en Haití, de manera que queremos asegurarnos de que cuando los niños superen la actual situación de emergencia no sean presa de otra crisis igualmente grave, como es la desnutrición".
"La tercera esfera a la que debemos prestar el máximo de atención es la protección", agregó. "No se trata solamente de proteger a los niños en estos tiempos difíciles, sino de garantizar la creación de sistemas y estructuras que constituyan una red de seguridad que proteja a los niños a largo plazo. Es necesario garantizar la protección de sus derechos y de que en todo lo que hagamos -ya se trate de política, proyectos o servicios- el elemento central sea el bienestar de los menores. Los niños y niñas deben contar con entornos protectores donde puedan crecer y superar esta situación de desastre".
Un Haití apropiado para los niños
Con el objetivo de crear un ámbito como el que describe Carwardine, UNICEF y sus aliados respaldan diversos programas y proyectos que brindan diariamente espacios acogedores y actividades recreativas a más de 19.000 niños haitianos.
UNICEF también mejora las vidas de los sobrevivientes más vulnerables del terremoto mediante la ejecución de un nuevo programa de evaluación rápida que posibilita la vigilancia de la situación de todos los campamentos de desplazados de Puerto Príncipe.
Las evaluaciones las llevan a cabo cada dos semanas equipos de jóvenes haitianos que recorren la capital en motocicleta y evalúan las condiciones reinantes en los campamentos. La información así obtenida se emplea para canalizar los recursos disponibles a las personas que más los necesiten.
Ya se trate de apoyar la educación, la alimentación o la protección, todas las labores que se realizan desde el devastador terremoto del 12 de enero están orientadas a un mismo objetivo: la creación de un Haití apropiado para sus niños.
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