REGIONAL
La región sigue apostando por Haití
28.02.10 - 00:26 - PILAR ARMERO | PLASENCIA.
La Aexcid destinará un millón de euros a la recuperación del país y MPDL colaborará en un proyecto de edificación en la zona norte
Tras la emergencia, extremadura continúa apoyando la reconstrucción y desarrollo del país
Un Haití caótico, en el que un millón de desplazados se mueve por inercia, asentándose en los campamentos de heridos del sur o ocupando edificios en ruinas en la zona norte. Es lo que se ha encontrado Javier Martín, coordinador de MPDL-Extremadura (Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad) durante las tres semanas que ha estado en el país con la tarea de elaborar un censo de desplazados, crear una lista de necesidades y repartir la ayuda que sigue llegando hasta la fronteriza República Dominicana.
De este periplo se ha traído el compromiso de gritar que Haití sigue ahí, intentando sobrevivir cada día y que continúa necesitando la solidaridad de quienes pueden echar una mano.
Alimentos, medicinas, productos de higiene, mantas, tiendas de campaña... Siguen siendo necesarias en el todavía más paupérrimo rincón del Caribe desde el terremoto del 12 de enero. Sin embargo, la necesidad principal se encuentra en el desarrollo de proyectos que permitan, además de la reconstrucción física urbana, el avance económico y social de la población.
MPDL-Extremadura trabajará en esta dirección, asistiendo directamente a 3.000 desplazados y colaborando en un proyecto de reconstrucción en la zona norte, que implica mucho más que poner en pie nuevos edificios. «Hasta Limonade han llegado un montón de desplazados y allí ya se vive en condiciones muy precarias, de manera que hay que evitar que surjan problemas con la población local». Eso supone evitar diferencias, educar en convivencia, porque los vecinos de siempre pueden ver toda una amenaza en el hecho de que se construyan viviendas, colegios o consultorios para esos desplazados que se han colocado de repente junto a sus casas sin letrina.
Pasado el período de emergencia, la Agencia Extremeña de Cooperación para el Desarrollo (Aexcid) también seguirá apostando por Haití, con una inversión que estará en torno a un millón de euros.
«Es dinero de todos los extremeños, que se va a destinar a un proyecto de habitabilidad», explica su presidente, Juan Manuel Rodríguez Tabares. La Agencia doblará el importe que los ciudadanos hayan depositado en las cajas de ahorro extremeñas para ayudar al país.
Habrá que sumar a ese nuevo millón los 274.000 euros que Extremadura ya ha destinado a este lugar del mundo, a través de proyectos de Cruz Roja, que hizo posible el restablecimiento de las comunicaciones entre los hospitales; Farmamundi, que envió útiles para curación, aparataje para traumatología y alimentos y, también, de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que costeó medicación, toldos, tiendas de campaña y mantas.
Cooperación coordinada
La Junta de Extremadura, a la que pertenece la Aexcid, mantiene contactos a nivel nacional e internacional con dirigentes políticos y representantes de oenegés. Con ello se pretende que la ayuda se planifique y distribuye de forma coordinada, que no se dupliquen programas y que los que se desplieguen sean realmente efectivos y necesarios.
Un objetivo que también se apunta desde el Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad. «Me he encontrado con una mujer chilena que llegaba con un contenedor cargado de ayuda para los haitianos. Ella pensaba que llegaría, alquilaría una furgoneta y lo repartiría, sin más problemas».
Pero las cosas no son así de fáciles en una destruida ísla en la que el número de desplazados crece en una proporción del 10 por ciento mensual. «Nosotros trabajamos con la Federación Internacional Pacifista, en la que hay oenegés de ocho comunidades autónomas; con la Red Dominicana de Ayuda a Haití, que agrupa a una treintena; con la Minustah, Misión de Naciones Unidas para la Estabilización y con los cascos azules».
Una coordinación que se considera necesaria para ayudar de manera efectiva a quienes más lo necesitan. Una oportunidad, también, para devolver a la vida a un Haití hacia el que una catástrofe natural hizo que volviera sus ojos todo el mundo. No han pasado siquiera dos meses desde aquello y muchos ya se han olvidado de que aquello existe, como ocurría antes del terremoto. No quiere Extremadura, sin embargo, ser de las que lo echen en el saco del olvido.
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