El tema es delicado para los donantes internacionales, quienes consideraban que la corrupción era un gran problema antes del terremoto del 12 de enero, que dejó hasta 300.000 personas muertas, según estimaciones del Gobierno.
El sismo también provocó la muerte de muchos funcionarios públicos y dejó las estructuras del Gobierno en ruinas.
El primer ministro Jean-Max Bellerive criticó la falta de coordinación de los donantes con su Gobierno, pero no dijo que toda la ayuda bilateral debería ser dirigida a través de la administración.
"No sabemos quién ha dado dinero a las ONGs (organizaciones no gubernamentales) y cuánto dinero han entregado (...) Por el momento, no podemos hacer ninguna coordinación ni tenemos políticas coherentes que dar a la población", dijo Bellerive en una conferencia de prensa.
Sus comentarios se dan mientras la jefa de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, visita el país para discutir la ayuda de reconstrucción antes de una conferencia de donantes en Nueva York a fines de mes.
Ashton, criticada por algunos políticos europeos por haber esperado hasta ahora para realizar su primera visita al país desde el terremoto, recorrió un proyecto italiano de remoción de escombros italiano y visitó un buque hospital italiano y un barco español en la ciudad de Petit Goave.
La UE y sus miembros han comprometido cerca de 609 millones de euros (843 millones de dólares) para Haití desde el terremoto, incluidos 120 millones de euros (164 millones de dólares) de parte de la Comisión Europea en ayuda humanitaria inmediata y otros 300 millones de euros (411 millones de dólares) en el mediano plazo, dijo un portavoz de la Comisión.
Ese dinero también incluye 100 millones de euros (137 millones de dólares) en apoyo directo al Gobierno.
"Hay un problema de capacidad que ha sido exacerbado por este terremoto. Cuando me reuní con el presidente y el primer ministro, fue para hablar sobre el plan de largo plazo y para ver que podamos apoyarlos económicamente", dijo Ashton.
"Uno de los temas que todos los gobiernos deben abordar es asegurarse de que exista un sistema para garantizar que la ayuda llegue a la gente que la necesita. Nosotros trabajaremos con ellos (el Gobierno) para intentar asegurarnos de que eso ocurra", agregó.
En una medida de la cantidad de ayuda que fluye hacia el país, cerca de 70 millones han sido donados a la caridad Catholic Relief Services desde el terremoto, y otros 35 millones fueron donados por las diócesis de Estados Unidos en una única recolección de un domingo, dijeron funcionarios de la Iglesia Católica de Estados Unidos.
Esas cifras son una fracción del total dado por la Iglesia Católica a Haití desde el terremoto, dijeron.
(Editado en español por Ricardo Figueroa)
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