- La cifra no incluye los cadáveres que están bajo los escombros ni las víctimas enterradas por sus propias familias.
- El primer ministro plantea la necesidad de cambiar la estructura del Gobierno para afrontar la crisis.
- Propone como alternativas formar un Ejecutivo de crisis o dejarlo así y crear un Comité Nacional de Crisis.
El primer ministro de Haití, Jean Max Bellerrive, señaló este martes que se han contabilizado ya más de 200.000 muertos tras el terremoto que asoló Puerto Príncipe, aunque precisó que esta cifra no incluye los cadáveres que han quedado bajo los escombros ni las víctimas enterradas por sus propias familias. Bellerrive ofreció estos datos en una comparecencia en el Senado
Bellerrive ofreció estos datos durante una comparecencia en el Senado, donde planteó a la cámara legislativa la necesidad de cambiar la estructura del Gobierno para poder afrontar la crisis derivada del seísmo.
"El Gobierno, tal como está constituido ahora, no puede aportar resultados frente a esta situación", dijo el jefe del Ejecutivo, quien ofreció como alternativas formar un Ejecutivo de crisis, con una redefinición de la misión de los ministros, o dejar el gabinete tal como está y crear, además, un Comité Nacional de Crisis.
Balance de la gestión
En un balance global de la gestión del Gobierno, explicó que tras el terremoto fue necesario tomar medidas urgentes para conseguir el restablecimiento de las comunicaciones, la retirada de los cadáveres de las calles y la reordenación del tránsito en la devastada capital. También señaló la urgencia en lograr la disponibilidad de carburante y la gestión de la atención a los heridos en los hospitales, entre otros. El problema principal es que la ayuda pasa por las ONG en vez de pasar por el Gobierno
Todo ello se consiguió con cierta normalidad menos la coordinación de la ayuda, que se ha convertido en la "cuestión caliente" de esta crisis, señaló. En la distribución de la ayuda hay "una frustración de la población y también una frustración del Gobierno", añadió.
Según él, el problema principal es que la ayuda pasa por las organizaciones no gubernamentales (ONG) en vez de pasar por el Gobierno, cuando "muchas de las ONG no estaban listas para ello".
Además, explicó que hay otra complicación en la distribución de la ayuda porque los damnificados del terremoto se confunden con otras personas que ya vivían en una situación de precariedad y pobreza antes de la catástrofe, lo que dificulta el reparto y crea "tensiones".
Afirmó también que las ONG "se peleaban entre ellas mismas" por la gestión de la ayuda y dijo que ahora hay "discusiones extremadamente difíciles" entre el Gobierno, los proveedores de fondos y las citadas organizaciones, por lo que expresó su deseo de llegar a un acuerdo entre las partes.
Subrayó que el 60% del Producto Interno Bruto (PIB) de Haití quedó destruido en 35 segundos.
Bellerrive ofreció estos datos durante una comparecencia en el Senado, donde planteó a la cámara legislativa la necesidad de cambiar la estructura del Gobierno para poder afrontar la crisis derivada del seísmo.
"El Gobierno, tal como está constituido ahora, no puede aportar resultados frente a esta situación", dijo el jefe del Ejecutivo, quien ofreció como alternativas formar un Ejecutivo de crisis, con una redefinición de la misión de los ministros, o dejar el gabinete tal como está y crear, además, un Comité Nacional de Crisis.
Balance de la gestión
En un balance global de la gestión del Gobierno, explicó que tras el terremoto fue necesario tomar medidas urgentes para conseguir el restablecimiento de las comunicaciones, la retirada de los cadáveres de las calles y la reordenación del tránsito en la devastada capital. También señaló la urgencia en lograr la disponibilidad de carburante y la gestión de la atención a los heridos en los hospitales, entre otros. El problema principal es que la ayuda pasa por las ONG en vez de pasar por el Gobierno
Todo ello se consiguió con cierta normalidad menos la coordinación de la ayuda, que se ha convertido en la "cuestión caliente" de esta crisis, señaló. En la distribución de la ayuda hay "una frustración de la población y también una frustración del Gobierno", añadió.
Según él, el problema principal es que la ayuda pasa por las organizaciones no gubernamentales (ONG) en vez de pasar por el Gobierno, cuando "muchas de las ONG no estaban listas para ello".
Además, explicó que hay otra complicación en la distribución de la ayuda porque los damnificados del terremoto se confunden con otras personas que ya vivían en una situación de precariedad y pobreza antes de la catástrofe, lo que dificulta el reparto y crea "tensiones".
Afirmó también que las ONG "se peleaban entre ellas mismas" por la gestión de la ayuda y dijo que ahora hay "discusiones extremadamente difíciles" entre el Gobierno, los proveedores de fondos y las citadas organizaciones, por lo que expresó su deseo de llegar a un acuerdo entre las partes.
Subrayó que el 60% del Producto Interno Bruto (PIB) de Haití quedó destruido en 35 segundos.
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