El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, visitó Haití este domingo por segunda vez después del terremoto, y dio garantías de un compromiso permanente de ayuda por parte de la comunidad internacional.
Ban le aseguró al gobierno y al pueblo haitianos que el mundo no los olvidará. "El mundo está de su lado", dijo.
Durante una conferencia de prensa, Ban reconoció que el país necesita dinero para escuelas, construcciones, caminos, puertos y electricidad y enfatizó que la prioridad es proveer refugio, ya que el sismo del 12 de enero dejó a medio millón de haitianos sin hogar.
Cientos de miles de personas siguen necesitadas de asistencia, dos meses después del terremoto que sacudió al país y dejó un saldo de más de 200.000 muertos.
En esta visita de un día, el funcionario de la ONU recorrió un campamento improvisado de más de 40.000 personas y también se reunió con el presidente de Haití, René Preval.
Lo que fuera alguna vez un campo de golf, ahora está cubierto de carpas y lonas azules, naranjas y blancas.
"El refugio es inadecuado, la higiene es pobre, y para estas personas que están psicológicamente traumadas, no hay privacidad, ni un poco de dignidad", observa el corresponsal de la BBC en Puerto Príncipe Mark Doyle.
"Nueva realidad"
La perspectiva del comienzo de la temporada de fuertes lluvias es un gran motivo de preocupación
Ban indicó que el 60% de personas que quedaron sin hogar ya recibieron sábanas de plástico o carpas que los protejan de los diluvios, aunque admitió que es necesario hacer más, como por ejemplo encontrar una forma más eficaz de distribuir los refugios de emergencia.
"Estamos un poquito atrasados, pero nos estamos moviendo bien rápido", aseguró.
A fines de mes tendrá lugar en la sede de la ONU, Nueva York, una conferencia de donantes para Haití.
El secretario general de la ONU prometió tratar de mantener el ingreso de fondos, y describió la reacción del mundo de "extraordinariamente generosa".
Pero destacó que sólo el 49% de la solicitud de emergencia para Haití, por el valor de US$1.400 millones, fue entregado hasta ahora.
Por su parte, Preval señaló que su país debe empezar a mirar en el largo plazo y a pensar en su futura economía.
El presidente subrayó también el hecho de que los granjeros haitianos serían perjudicados por la continua importación de ayuda alimentaria.
"Es absolutamente necesario que llegue la ayuda internacional después del terremoto", dijo y agregó: "(Pero) Ahora estamos en una nueva realidad".
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