EL UNIVERSAL/08:55 AM Puerto Príncipe. - Antes de que llegue la temporada de lluvias, el desafío que tienen las agencias humanitarias en Haití es armar campamentos con servicios básicos para que puedan vivir, por un tiempo largo, un millón de desplazados.
Por todo Puerto Príncipe hay asentamientos hechos con tiendas de campaña o armados con sábanas y plásticos. Son al menos 500 asentamientos de este tipo sólo en el área metropolitana de la capital, explicó DPA.
La escena se repite en otros sitios afectados, como Léogane, unos 30 kilómetros al oeste de la capital haitiana, que fue el epicentro del sismo y donde el 90 por ciento de los edificios quedaron destruidos.
"Las tiendas de campaña son una opción para tres a cinco meses en la temporada seca, pero se necesitan soluciones lo suficientemente duraderas, para al menos dos años, de campamentos de emergencia y de transición cuando lleguen las lluvias en unos pocos meses", dijo el jefe de la misión en Haití de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Vincent Houver.
Desde hace unos días se está nivelando el suelo, trazando el terreno y construyendo letrinas en el primero de ellos, en Croix des Bouquets, unos 15 kilómetros al este de Puerto Príncipe.
Los futuros residentes serán entrenados en el armado de tiendas, y a cambio de su trabajo recibirán un pago. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) financiará después la construcción de viviendas permanentes en el mismo sitio.
"Ahí lo interesante va a ser que se pondrán tiendas hasta que las casas estén listas. Son unas 40 hectáreas: diez serán para las tiendas de campaña y 30 para la construcción de casas", dijo a dpa la portavoz de la OIM, la cubano-estadounidense Niurka Piñeiro.
El gobierno haitiano planteó la posibilidad de construir grandes campamentos que dieran cobijo a más de 100.000 personas. Sin embargo, Piñeiro afirma que se está pensando en asentamientos de unas 10.000 o 15.000 personas únicamente.
Además de Croix des Bouquets, está en preparación un terreno de menores dimensiones, para unas 4.000 personas, en Route de Tabarre, pasando la embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe. Otro campamentos se erigirá en Léogane para los residentes de esa ciudad y los demás todavía no están definidos.
Lo que se pretende es mantener al mayor número de gente cerca de su lugar de origen. Según la OIM, anteriores catástrofes mostraron que desarraigar a los afectados puede ocasionar problemas sociales e inseguridad.
Un problema es que en Puerto Príncipe no hay suficientes espacios abiertos. Tampoco se cuenta aún con tiendas suficientes para todas las familias: el gobierno de Haití ha solicitado 200.000 carpas, pero sólo han llegado 35.500 al país.
"Las tiendas no llegaban al principio porque se le estaba dando prioridad a la comida", afirma Piñeiro. "El gran tema ahora son los campamentos porque el suministro de comida y agua ya está en marcha".
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