lunes, 19 de abril de 2010

Haití y el peligro de los controles externos


Héctor Miranda, enviado especial
Puerto Príncipe, 19 abr (PL) Haití contará con cinco mil 300 millones de dólares para su reconstrucción durante el presente año y el siguiente, pero ese dinero tendrá un supervisor, el ex presidente estadounidense William Clinton.

  Durante la reunión de donantes, celebrada el 31 de marzo pasado en Nueva York, se le exigió al país caribeño un fuerte control internacional sobre los fondos destinados para los próximos 20 meses y el parlamento saliente aprobó una comisión -llamada Comisión Interina- copresidida por Clinton y el primer ministro Jean Max-Bellerive.

La referida comisión supervisará el uso de la suma, con la intención de evitar que se dilapide o que alguien se apropie de ella, pero la presencia en la misma del ex mandatario estadounidense suena a intrusión en los asuntos propios del país.

La comunidad internacional aprobó un monto para Haití, cuya capital y ciudades cercanas fueron asoladas por el terremoto del 12 de enero pasado, pero eso no le da el derecho de inmiscuirse en los asuntos internos haitianos y mucho menos a exigir el nombramiento de un supervisor.

¿No puede Haití administrar su propio destino, controlar la ayuda o decidir en qué se gasta el caudal donado por la comunidad internacional?

Sin embargo, el parlamento haitiano lo aceptó, tal vez porque necesita con urgencia de ese monto para acelerar la reconstrucción del país, y le reservó al presidente René Preval el derecho de veto sobre las determinaciones de dicha comisión.

La votación, realizada a finales de la semana anterior, contó con el respaldo mayoritario del senado, el cual aprobó, además, la extensión del estado de emergencia por los próximos 18 meses.

Clinton actuará como enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y tendrá las mismas prerrogativas en la comisión que el primer ministro haitiano.

El ex mandatario estadounidense dijo poco después que la comunidad internacional debe mantenerse involucrada, no sólo en el control del dinero, sino para evitar futuros brotes de violencia en el país.

Y en una conferencia en una universidad de su país exhortó a mantener una vigilancia continua sobre la administración del dinero en la nación caribeña.

Lo cierto, en Haití se mantiene acantonado un fuerte contingente del Pentágono, que llegó hasta los 23 mil efectivos en febrero pasado, una cifra que se redujo a poco menos de la mitad desde marzo.

Al mismo tiempo, desde hace muchos años, la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) mantiene el control de muchos aspectos de la vida haitiana, en una situación que no agrada mucho a sus habitantes.

En varios lugares de esta capital se pueden leer grafittis que abogan por la salida del contingente de la MINUSTAH, en tanto otros manifiestan su descontento por la presencia de tantos soldados extranjeros en la nación.

lac/hm
Modificado el ( lunes, 19 de abril de 2010 )

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