El fútbol distrae a los niños en un campamento de damnificados por el pasado terremoto en Haití. La imagen corresponde a un campamento en las afueras de Puerto Príncipe el sábado 24 de julio del 2010. El martes 27 de julio, dos niños murieron al caerse un muro sobre viviendas frágiles de damnificados.
Por JONATHAN M. KATZ
The Associated Press
PUERTO PRINCIPE -- Una familia lloró el miércoles la muerte de dos niños por la caída de un muro sobre una hilera de viviendas endebles en un campamento de damnificados del terremoto de enero en Haití.
El siniestro es otro recordatorio de las condiciones en que 1.600.000 personas sobreviven a duras penas en tiendas de campaña instaladas en lugares peligrosos en medio de amenazas de desalojo, violencia y nuevos desastres.
El policía Enrique Joseph, de 30 años, cumplía su deber el martes en el centro de Puerto Príncipe cuando sonó su teléfono celular.
Joseph recibió la horrible noticia: por segunda vez en medio año su vivienda había sido destruida. En esta ocasión, su sobrino Kika Leus, de dos años, y el niño Kesnel, de ocho meses, quedaron atrapados bajo los escombros.
El policía emprendió la carrera hacia el campamento de Terrain Acra en el vecindario de Delmas, donde las viviendas frágiles de miles de desplazados cubren la cuesta de una montaña propiedad de una de las familias más ricas de Haití.
No había nada que pudiera hacerse. Los cuerpos inermes de los menores ya estaban envueltos en sábanas.
"Si hubiéramos sabido que el muro se caería nos habríamos marchado", expresó Joseph, con los ojos enrojecidos por el llanto.
La reconstrucción en Haití ha sido escasa cuando han transcurrido más de seis meses del sismo de magnitud 7 que devastó a la capital.
Pilas de escombros continúan en el lugar donde se encontraban miles de inmuebles que se vinieron abajo durante el terremoto del 12 de enero. Incluso muchos damnificados mantienen el sueño de conseguir un albergue temporal.
Durante una conferencia efectuada en marzo, los donantes ofrecieron 5.300 millones de dólares para la reconstrucción de Haití, pero apenas ha llegado el 10%.
El miércoles, el Congreso estadounidense aprobó una iniciativa para cumplir el compromiso de Washington de entregarle al país caribeño una asistencia por 1.150 millones de dólares. El proyecto aguarda la firma del presidente Barack Obama
El siniestro es otro recordatorio de las condiciones en que 1.600.000 personas sobreviven a duras penas en tiendas de campaña instaladas en lugares peligrosos en medio de amenazas de desalojo, violencia y nuevos desastres.
El policía Enrique Joseph, de 30 años, cumplía su deber el martes en el centro de Puerto Príncipe cuando sonó su teléfono celular.
Joseph recibió la horrible noticia: por segunda vez en medio año su vivienda había sido destruida. En esta ocasión, su sobrino Kika Leus, de dos años, y el niño Kesnel, de ocho meses, quedaron atrapados bajo los escombros.
El policía emprendió la carrera hacia el campamento de Terrain Acra en el vecindario de Delmas, donde las viviendas frágiles de miles de desplazados cubren la cuesta de una montaña propiedad de una de las familias más ricas de Haití.
No había nada que pudiera hacerse. Los cuerpos inermes de los menores ya estaban envueltos en sábanas.
"Si hubiéramos sabido que el muro se caería nos habríamos marchado", expresó Joseph, con los ojos enrojecidos por el llanto.
La reconstrucción en Haití ha sido escasa cuando han transcurrido más de seis meses del sismo de magnitud 7 que devastó a la capital.
Pilas de escombros continúan en el lugar donde se encontraban miles de inmuebles que se vinieron abajo durante el terremoto del 12 de enero. Incluso muchos damnificados mantienen el sueño de conseguir un albergue temporal.
Durante una conferencia efectuada en marzo, los donantes ofrecieron 5.300 millones de dólares para la reconstrucción de Haití, pero apenas ha llegado el 10%.
El miércoles, el Congreso estadounidense aprobó una iniciativa para cumplir el compromiso de Washington de entregarle al país caribeño una asistencia por 1.150 millones de dólares. El proyecto aguarda la firma del presidente Barack Obama
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