domingo, 14 de febrero de 2010

"Haití va a poner a prueba la solidaridad sostenida del mundo"

HAITÍ, UN MES DESPUÉS DE LA TRAGEDIA > REINVENTAR UN PAÍS
Entrevista a Ernesto Baca - Director ejecutivo de tecnologías del programa mundial de alimentos de las Naciones Unidas

Víctor Garrido
Santa Cruz de Tenerife
DIARIO DE AVISOS

Ernesto Baca voló a Haití doce días después del terremoto. Durante una semana pudo comprobar sobre el terreno la desvastación que produce un seísmo de 7.1 grados en el país más pobre de América. Lo que allí vio, dice, "te saca de ti mismo". Pero no hay tiempo para detenerse ante el horror, millones de vidas aún dependen de la canalización efectiva de la ayuda internacional. El director del clustertecnológico del Programa de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés), la agencia de las Naciones Unidas responsable de la ayuda directa en emergencias humanitarias, atiende a DIARIO DE AVISOS desde su residencia en Roma y se muestra rotundo sobre la magnitud del desastre: "Es la emergencia más grave a la que nos hemos enfrentado".

- ¿Qué sintió al entrar por primera vez a Puerto Príncipe?

"Íbamos en auto y llegamos por una calle que no voy a olvidar en mi vida. Era relativamente amplia, con edificios de los dos lados. Veías en profundidad, unas diez manzanas, y sólo quedaba un edificio a la derecha en pie, todos los demás estaban derruidos. Un nivel de devastación y de dolor que no se puede creer. Y les tocó a todos".

- Tres millones de personas, cada una con una historia terrible.

"Te cuento una. El chófer de nuestro auto, un haitiano, un momento antes de entrar en esa calle, se crispó totalmente. Hasta entonces estaba bien, pero de pronto se quedó callado, absolutamente tenso. Yo lo miraba por el espejo retrovisor y veía cómo se le caían las lágrimas; no sacaba la vista de adelante, mirando fijo de una forma hasta forzada. Supe después que habíamos pasado por delante de la casa de su hijo, que se vino abajo, y el hijo estaba desaparecido. El esfuerzo que hizo para no mirar y no quebrarse fue conmovedor".

- ¿Es la peor tragedia que ha tenido que afrontar el WFP?

"Más grande, en cuanto a geografía y cantidad de beneficiarios, fue el tsunami de Asia. Pero éste, en víctimas, es por lejos el más grande, y tiene complejidades que no tuvo el tsunami, lo que ha provocado que sea monstruoso para nosotros".

- ¿Qué problemas son?

"La de Haití es una emergencia urbana, y el matiz la cambia totalmente. Está el problema de la seguridad, la gente por desesperación, empieza a asaltar las pocas cosas que quedan en pie, lo que genera un nivel de violencia importante; esto supone un problema tremendo para la distribución de la ayuda, que no puede darse sin un esquema de seguridad fortísimo. El segundo problema es logístico, cómo llegar a cada rincón de la ciudad que está destruido. El tercero es de salud, con 34 grados de calor y la cantidad de muertos bajo los escombros, se pueden generar problemas de salud de todo tipo. Y el cuarto, un esfuerzo complicadísimo de coordinación para priorizar la ayuda y el uso de una única pista del aterrizaje".

- El mundo se volcó con Haití. Organizar toda la ayuda con una sola pista de aeropuerto debió ser un reto tremendo.

"Todas las rutas de acceso estaban destruidas, el puerto destruido... Todos quisimos estar al mismo tiempo y en el mismo lugar; con una sola pista de aterrizaje en los primeros diez días era un desafío increíble. ¿Qué mandas primero cuando tienes esa limitación de carga?, ¿equipos para remover escombros y rescatar heridos?, ¿médicos?, ¿agua?, ¿comida?, ¿seguridad para proteger a la gente y los trabajadores humanitarios?".

- ¿Cómo se solventó?

"Lo que realmente ocurrió es que los norteamericanos enviaron controladores y ocuparon practicamente todos los turnos en control aéreo. Guste o no, si no hubieran hecho eso no sé qué pasaba ya que los recursos locales eran totalmente insuficiente".

- ¿Y el Gobierno haitiano?

"El Gobierno haitiano estaba sobrepasado y limitado por las circunstancias. La fuerzas de seguridad y de defensa civil quedaron diezmadas y el Gobierno sin siquiera capacidad de comunicarse. En desastres de esta magnitud el rol del Gobierno es vital, pero quedaron practicamante incapacitados de operar por los primeros dias".

- Teniendo en cuenta la historia de Estados Unidos en Haití, ¿no se generaron suspicacias?

"Es verdad que hubo algunos conflictos. Muchos allí aún acusan que en el pasado Estados Unidos sostuvo a dictaduras responsables de muchas de las desgracias de Haití. Pero la administracion de Obama, con mucha buena intención, dijo 'lo que haga falta' y cuando los norteamericanos dicen 'lo que haga falta', córrete a un lado porque los recursos son masivos. Al principio, teníamos una seria preocupación de cuántos slots de aterrizaje nos iban a dar, si sólo iban a llegar los aviones norteamericanos, que hacían falta, pero claro, en el WFP somos más especializados en ayuda humanitaria. Pero no, la realidad es que hubo reuniones de coordinación y todo se resolvio".

- Permítame que insista, ¿hasta qué punto llegó la inoperatividad del Gobierno nacional?

"Piensa que ni el presidente ni sus diecisiete ministros tenían un lugar para reunirse, ni siquiera dormir. El terremoto tiró abajo el Palacio de Gobierno y todos los ministerios, también sus casas personales. Precisamente estamos terminando de armar la casa provisional del presidente, con varios containers modulares de metal que utilizamos en la WFP. La del presidente Préval la armamos con un container para que duerma, dos containers juntos para que lo use de su oficina, y tres containers continuos para usarlo como sala de reunión de su gabinete. Ese es ahora el palacio de gobierno. Y bueno, ahora un mes después, ya el Gobierno haitiano ha levantado la cabeza y empezado a coordinarse".

- Es imprescindible que lo haga.

"Claro, porque necesitamos al Gobierno haitiano. Hay cosas que no pueden hacer ni la ONU, ni las fuerzas de paz, ni los Estados Unidos. Por ejemplo, cuando empezó el tema de los saqueos hubo que poner un toque de queda, y eso sólo lo puede decretar el Gobierno haitiano; o cuando se hizo el llamamiento para que la gente saliera de la ciudad y se estableciera fuera de Puerto Príncipe".

- ¿Tuvo oportunidad de hablar con Préval? ¿Qué le comentó?

"Préval es una persona encantadora. Hay pocos que nieguen que es un democrata bien intencionado. Muchos haitianos creen que es lo mejor que le ha pasado al país, pero como es natural tambien hay gente que le critica no estar a la altura de poder manejar semejante emergencia. Pero juzgarlo sólo le corresponde a los haitianos, no a nosotros. Lo que sí está haciendo bien es que escucha y asiste a todos los que intentamos ayudar a su país. Yo tuve la oportunidad de hablar con él quince minutos y comentó que estaba pensando dejar Puerto Príncipe y construir la capital de Haití en otro lado. Habrá que ver si se puede".

- ¿Cree que un Plan Marshal para reconstruir Haití sería adecuado?

"No soy un experto en eso, pero diría que lo primero que hace falta es la voluntad sostenida del mundo de ayudar. La segunda, que es la parte más crítica, es que los haitianos retomen el control, es decir, que un Gobierno refortalecido y con las buenas intenciones que muestra, oriente y priorice un buen plan de qué hacer con esa ayuda. El Plan Marshal no hubiera existido si los europeos no se hubieran organizado con el modelo de país que quería cada uno. Haití va a ser un desafío muy grande y exigira una administración sin precedentes".

- La respuesta internacional con el país ha sido espectacular; tan espectacular como las imágenes del desastre que se han mostrado en televisión. La pregunta es, ¿continuará la ayuda cuando el foco informativo se vaya a otro lado?

"La respuesta histórica es que será muy difícil. Cuando uno trabaja en organizaciones como el WFP te das cuenta de que hay una solidaridad tremenda del mundo. El periodismo ayuda mucho al ofrecer una ventana hacia esa desgracia. Pero el periodismo es un negocio también y el día que la noticia sea otra o pegue el pitido inicial del Mundial espero que todos nos sigamos acordando de Haití.

- También está el interés geoestratégico de la Isla.

"Sí, muchos países están asistiendo y fuertemente. Algunos han demostrado un interés que ya venía desde antes. Brasil ha demostrado tener un compromiso sostenible en Haití, con lo cual cabe suponer que va a seguir con ese compromiso a medio-largo plazo. Los americanos han demostrado una fuerte solidaridad y es probable que continúen, también por el interés estratégico de estar pegado a su territorio. Pero la duda permanente es si todos nos acordaremos de Haiti dentro un año".

- ¿Hay futuro para este país?

"En Haití se está poniendo a prueba la solidaridad sostenida del mundo. También, la habilidad de los haitianos de organizarse y, por último, la eficacia de todas las agencias de las Naciones Unidas y las ONG que se encargan del desarrollo; es decir, si los mecanismos que el mundo diseñó para este proposito están a la altura del desafío"

No hay comentarios:

Publicar un comentario